viernes, 16 de octubre de 2015

Esa sonrisa extraña.

"Y sonrió, pero en el fondo le dolía, era una risa extraña, una risa que enterraba lágrimas y recuerdos que aún le apuñalaban.
Una risa para quitarle importancia. 
Pero no lo conseguía, aún me pregunto a quién intentaba engañar, a mi, o a ella misma.
Lo más curioso es que nunca paraba de sonreír, es más, era la persona más feliz que conocía.
Siempre estaba alegre, y nunca se cansaba de ayudar, pero había algo raro en ella - odiaba hablar de su pasado- es más, lo evitaba.
Y cuando lo hacía, sacaba esa sonrisa, esa hermosa pero tan extraña sonrisa, era una risa con melancolía, que hasta a mi me dolía.
Hasta que un día se rompió ante mi, y ¿sabes lo más increíble? que aún llorando no dejaba de sonreír,
y no paraba de repetir que no pasaba nada.
¿Cómo no puede pasar nada? cuando ves que alguien que siempre está bien se rompe con tanta fuerza, ¿cómo puedes hacer que tu cabeza deje de darle vueltas para ayudarla?
pero lo más triste no era eso, lo más triste era que en verdad no podía ayudarla, el daño ya estaba hecho y lo tenía muy adentro, y eso me mataba, la impotencia y la rabia me mataba. "

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