Maestros

Supongo que como yo, cuando personas a las que aprecias de un momento al otro abandonan tu vida o acaban tan mal las cosas con ellas, de esa forma que jamás imaginaste ni quisiste, es inevitable que en tu cabeza aparezca millones de preguntas tales como " ¿Por qué? ¿qué hago mal? " eso unido a lo mal que te sueles sentir y al aumento de tu inseguridad, y sí, suele matar...
Pues bien, yo ya he llegado a un punto de mi vida en el que creo que voy comprendiendo las cosas, ya no me vale llorar ni estar triste, creerme, ese tiempo que malgastas culpándote por algo que tal vez ni es tu culpa o recordando a alguien que ni pregunta por ti, nunca va regresar, en cambio la felicidad siempre viene y va.
Entonces ¿ qué hacer ? lo primero es comprender que todo ocurre por algo, recordar que has sido capaz de superar cosas peores que lo te está pasando este momento, y que con ésto, también podrás.
Lo segundo reconocer que sin persona estás mejor, aunque al principio no.
Lo tercero es pensar, reflexionar y porqué no, recordar, a esas que te han hecho llorar cuando las has visto partir, a esas decepciones que te han dado personas que nunca pensaste que lo harían, esos momento felices que ahora seguro te traerán tristeza, aquella vez en que creías que ibas a morir de la risa, ese abrazo, esas palabras que te ofendieron y a esa persona que apareció para consolarte, su risa, su mirada étc. Una vez hecho éste repaso debes pensar en lo que te han enseñado, algunas personas llegan a tu vida para enseñarte lo que no debes hacer ni ser, destruyéndote con su actos o palabras, otras en cambio llegan para repararte, llegan llenas de felicidad, de comprensión, de ternura, de simpatía y, en cierto modo, te enseñan a no olvidar quién eres, o a quién eras antes de toda la mierda.
Aquí no existe ni buenos ni malos, simplemente son " maestros " personas destinadas a enseñarte y prepararte para el largo camino que te queda.
Es verdad que a veces esas elecciones son demasiado crueles, pero voy entiendo que son necesarias.
Así que, en vez de condenarte a una vida añorando aquello que has tenido y ya no tienes, sonríe por lo vivido, por lo aprendido...