sábado, 15 de agosto de 2015

Y lo echo de menos.

Y lo echo de menos.
Echo de menos su sonrisa perfecta, echo de menos sus labios gruesos y su forma tan peculiar de besar, con fuerza y ternura.
Y lo echo de menos ( y no entiendo por qué) pero ese sentimiento no desaparece, no, no como lo hecho él, echo de menos sus brazos y su manía de agarrarme de la mano.
Echo de menos su olor, y el rastro que dejaba del mismo.
Y no hay día que no piense en él (y la verdad es que esto empieza a ser un fastidio) pienso en qué hará, con quién hablará, si pensará en mi o no, en si me quiere o en si me odia, o peor, en si me olvida.
Y las odio a todas, a todas a las que él mire y que lo miren, a quien intente besar o quien le guste, no puedo imaginarlo teniendo en sus brazos a alguien que no sea yo. ( y si lo imagino, me derrumbo)
Y nos hemos hecho daño ( él más a mi que yo a él ) pero su ausencia duele más que todos los errores que cometió, hoy hasta sus mentiras me gustan ( me las tragaría) hasta sus quiero saben a sinceridad y su mirada dice que yo soy la única.
Y lo echo de menos, después de ni siquiera importarle (y nunca entenderé por qué).

No hay comentarios:

Publicar un comentario