martes, 6 de enero de 2015

Querida chica que me sustituye.

La verdad sí llegué a odiarte con todas mis fuerzas pero compréndeme, te llevaste aquello que más amaba, que más necesitaba, aquello que me hacía inmensamente feliz.
Pero tranquila, he comprendido que debo seguir mi camino sin estar girándome contínuamente hacia atrás para ver cómo está él, porque ya sé que estás tú para hacerlo.
No podía culparle eternamente por no quererme y mi verdadero error fue creer que porque él no me quería no debía ni quererme yo misma.
Espero que junto a él seas tan feliz como yo lo fui, que veas las diferentes sonrisas que tiene, sus distintas miradas las cuales cada una significa algo distinto, que sientas su amor en cada abrazo y en cada beso, y por favor que él también sienta el tuyo.
Sé que es un chico algo difícil de comprender y que más de una vez al día te sacará de quicio, pero así y todo, ámalo, ámalo con todas tus fuerzas, ámalo como si al día siguiente al despertarte el ya no esté, como si cada día fuera el último día con él, porque créeme, yo pensaba que iba ser eterno en mi vida, bueno más que en mi vida, pensaba que yo iba a ser eterna en la suya, pero no fue así, y desperdicié muchos días muchos meses peleándome con él, así que, por más enfadada que estés, por más que lo quieras matar, antes de despedirte de él, bésalo y dilo lo mucho que lo amas, pues si no lo haces serás como yo, una chica que no se perdona haber perdido el tiempo con situaciones absurdas.
De él aprenderás millones de cosas, te hará sentir la mujer más increíble y especial de todo el universo sin tal vez ni siquiera pretenderlo, por eso es tan especial.
Cuídalo, por favor te lo suplico, cuídalo, guíalo y no nunca jamás dejes que se rinda o piense que no puede conseguir lo que desea en la vida, aconséjalo como una amiga, y regáñalo si hace algo mal como una madre.
Quiero que sepas que te estoy entregando a lo más grande que la vida pudo poner en mi camino, te entrego a mi risa, mis lágrimas, mis pensamientos, mi inspiración, te entrego a mi vida.
Yo por mi parte te juro que por más que lo necesite o necesite saber algo de él, no lo haré.
Por último sólo quiero pedirte una cosa, yo soy de las personas que piensan que todo lo que hace mal tarde o temprano se paga, y aunque él a mi me rompiera el corazón en millones de pedacitos y por ello desprecié a mi propia vida, te pido que no le hagas daño, por favor, no lo rompas como él lo hizo conmigo, no le lastimes, se honesta, se buena persona, buena mujer con él pues ante todo lo que más deseo es su felicidad y eres tú, así que dásela.



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