jueves, 21 de agosto de 2014

.

Estaba tan jodidamente deprimida, que llegó un punto que necesité un psicólogo, y el me dijo
que debía alejarme de todo aquello que me hiciera daño,
así que tiré todo objeto afilado, le di la llave de mi cajón de los recuerdos a una amiga para que no pudiera abrirla, borre las canciones que me recordaban a ti de mi móvil, me alejé de las personas que me habían hecho más de una putada, dejé de culparme por todo lo que había pasado, agarré un helado de fresa, me senté en el sofá y empecé a preocuparme por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario