Gasté muchas noches llorándote, sábanas mojadas por las lágrimas.
Perdí a personas a las que ignoré porque sentía que el mundo me daba asco.
Me di verguenza al verme derrumbada en el suelo por sentir que mi vida dejaba de tener sentido porque tu no estabas en ella.
Me avergoncé de mi misma cuando empecé a obsesionarme con mi físico para ser mejor para ti, para hacer que volvieras, para ser que te quedaras.
Hice cosas que nunca pensé que haría por el dolor que llevaba dentro.
Desee mi muerte, desee desaparecer, desee no existir.
Le recé a un Dios que después pensaba que no existía.
Me convertí en lo que no era a causa de tus puñales.
¿ Y así no esperas dolerme ?
Claro que dueles, duele ver como de un año para el otro todos aquellos sueños desaparecieron.
Duele pensar, " hoy, hace un año, el era todo para y yo todo para él ", despertar y darte cuenta que nunca volverá a ser igual.
Duele ver todos nuestros planes desvanecidos, dispersados en el aire, como si nunca hubieran existido.
Duele sentir tu poca importancia hacia a mi después de haber jurado que no podrías amar a otra mujer que no fuera yo, y que nunca dejarías de hacerlo, nunca dejarías de amarme.
Duele ver como después de tantos años hoy no somos absolutamente nada.
Duele tratarte como un extraño.
Y es que dicen que cuando una historia acaba, siempre piensas en cómo comenzó, y yo nunca podré olvidar aquel otoño de 2009, aquella forma de mirarme, aquella simpatía unida a un toque de timidez.
¿ Qué si dueles ? Sí, claro que dueles.
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