domingo, 13 de enero de 2013

Abrí los ojos.

Después de años enamorada de ti.
Después de haberte dedicado cada sonrisa de mi vida, cada mirada, cada suspiro que salía de mi alma. Después de haber llorado tu indiferencia.
De haber sentido como poco a poco como mi corazón se rompía.
Después de haberte amado poniendo tu felicidad por encima de la mía.
Después de haberme curado por mi ridícula obsesión por el amor al convertirte en aquello que prometiste que nunca serías.
Y por fin, hoy, después de meses llorándote y millones de días con ojeras en mis ojos, logré que el sufrimiento se convirtiera en dolor y que el dolor se convirtiera en vacío.
Logré, que por una vez en mi vida me levantara una mañana sin sentir que me faltabas, sintiendo que por fin, podía seguir sin ti.

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